Visión de conjunto
de la Agenda latinoamericana mundial'2006

José María


   
 

 

Un año más. Y ya son QUINCE. Estamos celebrando unas «bodas»... que ni siquiera deben ser de metal, muy humildes, pero que ya marcan una trayectoria apreciable en esta «caminata» latinoamericana iniciada a raíz del mítico -y tan concientizador esta vez- Vē Centenario, de 1992. Bodas con la Patria Grande, que nos han llevado a la mundializa-da Patria Mundial. Seguiremos en este caminar, firmes en nuestro servicio.
Como dice Pedro Casaldáliga en su introducción fraterna, la Agenda no podía dejar de abordar este tema del que cada día la sociedad se va haciendo más consciente: la comunicación, la información, los «medios»... se nos van revelando como esa pantalla (o ese «techo») de cristal, aparentemente invisible, pero real, que filtra o colorea, transparenta u opaca, sesga, refleja y hasta crea la opinión pública, la conciencia (y la inconsciencia) social, la voluntad o la falta de voluntad de la sociedad, la transformación o la resistencia al cambio. Es lo que esta edición quinceava o «quinceañera» de la Agenda ha querido abordar.

La «introducción fraterna» de Pedro, como siempre, inicia la Agenda y presenta el tema con una inicial reflexión. El elenco de los aniversarios martiriales mayores del año 2006, la relación de premios otorgados por las convocatorias del año pasado, y las nuevas convocatorias para el 2007, completan la entrada de esta edición de la Agenda.

Imperturbablemente fieles a la «metodología latinoamericana», co-menzamos con el VER la realidad con el análisis de coyuntura anual del maestro Comblin, mirado este año desde la perspectiva concreta de la comunicación. A continuación, un peso pesado en el tema, Ramonet, nos traza un cruce de posibilidades y desafíos de la comunicación. Datos sobre los flujos de bienes culturales y su desigual reparto, la brecha digital, así como una mirada al lado perverso (la guerra cultural, y las «armas de falsedad masiva») completan ese inicial VER la realidad.

La sección del JUZGAR la inicia-mos con un planteamiento teórico, distinguiendo los distintos niveles (Lamo) y apelando a varias herramientas teóricas y perspectivas: la sociedad del conocimiento (Guareschi), la relación «conocimiento y sociedad» (Maduro, Houtart, Sobrino), la ecología (Boff), el arte (Siro), la concepción indígena (Melià), la religión (Faus, MIRE), el lenguaje (Galeano), la perspectiva liberadora (Da Silva).

Unos pocos PUNTOS CALIENTES reclaman nuestra atención especial: la información todavía retenida -después de tantos años- en los archivos de las dictaduras del Continente, la amenazada perspectiva del campesinado, el tratamiento de África en los medios, la desertificación (tema del año de la ONU) y su nombre propio en América Latina: la Amazonia, que agoniza.

Con ello ya hemos entrado en el campo de los ejemplos y sugerencias para el ACTUAR. Jamal Saghraoui nos presenta un magnífico ejemplo de lucha apasionada por una causa africana -también «indígena»-: el rescate de una Patria que dos mil años de historia escrita por los vencedores no han podido sepultar, y cuya identidad rescatada Jamal se esfuerza por comunicar a su pueblo y a la sociedad que lo ignora; modelo de tantas luchas «comunicadoras» de bienes simbólicos, culturales, identitarios, interpretativos... que mueven el mundo. Libânio («clásico» en el tema) nos hace un llamado a la formación de la conciencia crítica, Betto entona un renovado canto a la recuperación de la concientización, Gratacós aboga por la continuidad de la comprometida pedagogía liberadora ya desde la escuela, Plou nos recuerda la infaltable dimensión transversal de género, APC nos recuerda los derechos que hemos de defender en internet, y Vergara nos llama la atención sobre otra pantalla invisible, la del idioma, en la que se comete otra injusticia avasalladora, que tiene una alternativa que osamos secundar (véase la convocatoria del curso de esperanto).

Concluye la Agenda con las secciones habituales finales: los premios concedidos en las categorías de «Cuento corto latinoamericano», «Páginas neobíblicas» y «Perspectiva de Género», el anuncio de la Romería de los Mártires, el elen-co actualizado de los «Servicios Koinonía», y el infaltable «Punto de encuentro» con los lectores que quieren participar... cierran la obra.

Como se ve, hay un itinerario ideológico en este índice de la Agenda, lo que no obstará para que sus textos puedan ser leídos en otro orden, a conveniencia del lector, individual o grupal.

A la puesta en internet de los textos de la Agenda, añadimos este año un nuevo paso de integración de medios entre el papel y la telemática: el ARCHIVO de la Agenda, un salto cualitativo en intento de seguir siendo (acumulativamente ahora) un instrumento permanente para los educadores populares, al recuperar y poner a su disposición todos los materiales publicados en sus quince años de recorrido, en varios idiomas, en varios formatos, incluso en «formato radio». Véase la pág. 235.

Uso pedagógico de la agenda
Además de para uso personal, esta Agenda está pensada como un instrumento pedagógico para comunicadores, educadores populares, agentes de pastoral, animadores de grupos, militantes...
Los textos son siempre breves y ágiles, presentados bajo la concep-ción pedagógica de la «página-cartel», pen-sada y diagramada de forma que, direc-tamente fotocopiada, pueda ser entregada como «material de trabajo» en la escuela, en la reunión de grupo, en la alfabetización de adultos... o expuesta en el tablón de anuncios. También, para que esos textos puedan ser transcritos en el boletín de la asociación o la revista del lugar.
La presentación de los textos se rige por un criterio «económico» que sacrifica una posible estética de espacios blancos e ilustraciones en favor de un mayor volumen de mensaje. La falta de mayores espacios blancos para anotaciones (para poder mantener su precio popular) puede ser suplida por la adición de páginas adhesivas. También puede añadírsele una cinta como registro, e írsele cortando la esquina de la hoja de cada día para una localización instan-tánea de la semana en curso.

Ecumenismo
Esta agenda intenta un «ecume-nismo de suma», no «de resta». Por eso no elimina lo propio de católicos ni lo específico de protestantes, sino que lo reúne. Así, en el «santoral» han sido «sumadas» las conmemoraciones protestantes con las cató-licas. Cuando no coinciden, la protestante va en cursiva. Por ejemplo, el apóstol Pedro es celebrado por la Iglesia católica el 22 de febrero («la cátedra de Pedro»), y por las Iglesias protestantes el 18 de enero («la confesión de Pedro»); las diferencias se pueden distinguir tipográficamente.
Gentilmente, el obispo luterano Kent Mahler nos presentó en estas páginas, en una edición anterior, a los «santos protestantes».
La Agenda es aconfesional y, sobre todo, macroecuménica: se enmarca en ese mundo de referencias, creencias, valores y utopías común a los Pueblos y hombres y mujeres de buena voluntad, que los cristianos llamamos «Reino», pero que compartimos con todos en una búsqueda fraterna y humildemente servicial.

Las lunas
Nuestra agenda expresa las fases de la luna en la hora latinoa-mericana, más concretamente en la hora «andina» (la de Colombia, Ecuador, Perú, Chile), a una diferencia de cinco horas respecto a la hora GMT llamada «universal».
Una obra no lucrativa
En muchos países esta Agenda es editada por organismos y entidades populares, instituciones sin fines de lucro, que destinan los beneficios que obtienen de la venta de la Agenda a sus objetivos de servicio popular o de solidaridad. Estos centros hacen constar el carácter no lucrativo de la edición correspondi-ente.
En todo caso, la Agenda Latinoamericana como tal, en su coordinación central, es también una iniciativa no lucrativa, que nació y se desarrolló sin ayuda de ninguna agencia. Los ingresos generados por la Agenda, después de retribuir adecuadamente el esfuerzo de las firmas que en ella escriben, son dedicados a obras de comunicación popular alternativa y de solidaridad internacional. Los «Servicios Koinonía», atendidos permanentemente y en constante mejora, de acceso mundial gratuito, la Colección «Tiempo Axial», y algunos de los premios financiados por la Agenda, son el caso más conocido.

Una agenda colectiva…
Ésta es una obra colectiva. Por eso ha recorrido este camino y es hoy lo que es. Seguiremos recibiendo agradecidos las sugerencias, materiales, textos, documentos, novedades bibliográficas… que se nos quiera hacer llegar, para confeccionar la Agenda del año 2007... Acogeremos y haremos un espacio en estas páginas a aquellas entidades que quieran ofrecer su servicio al Continente patrocinando algún premio o concurso para estimular cualquier aspecto de nuestra conciencia continental. Así seguirá siendo una «obra colectiva, un patrimonio comunitario, un anuario antológico de la memoria y la esperanza del Continente espiritual...».

La Agenda del próximo año 2007 tendrá como tema central, en principio, la democracia: esa que parece ser la utopía máximamente propalada en nuestras sociedadaes occidentales, pero que es en realidad, en tantos aspectos, la carencia más grande, y el mejor punto de apoyo para nuestras exigencias de transformación y liberación. Esperamos las sugerencias y los aportes que ustedes nos quieran hacer llegar.

Fraternal/sororalmente,

José María VIGIL
Panamá

   
 

 

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