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Caminamos de hecho hacia un solo mundo
El «nexo social», lo que constituye a un colectivo humano
en sociedad y no en mera acumulación desagregada de personas, se
está simultáneamente ampliando e intensificando, de forma
que cada vez estamos en sistemas sociales más amplios, más
fuertes y más ligados entre sí. El mundo se hace más
pequeño porque la sociedad se hace más abarcadora. Vamos
inevitablemente hacia y en buena parte estamos ya en- un solo mundo.
Este único mundo está de hecho gobernado por los países
más fuertes, que son a la vez los más ricos, con EEUU a
la cabeza. El mundo resulta ser una oligarquía plutocrática
mundial, y sus gobernantes gobiernan en función de sus propios
intereses económicos, contra los intereses de los pobres.
Nos preguntamos: este país, EEUU, con tanta responsabilidad en
la situación actual del mundo, ¿podría adoptar una
postura distinta, favorable a los pobres, y ayudar a generar la propuesta
del nuevo orden mundial que el mundo necesita? ¿Es posible un EEUU
distinto?
Asumir jurídicamente la mundialización
El problema actual del mundo no es la «globalización»,
sino, precisamente, que la globalización en curso es sesgada y
parcial. La globalización neoliberal sólo globaliza los
intereses de los grandes, y no se hace cargo de los intereses de los pobres;
éstos quedan excluidos. La solución del mundo es la globalización,
pero «otra globalización», una globalización
«integral»: todos debemos quedar englobados en los intereses
de todos, en «un solo mundo», gobernado y administrado como
si de una misma familia se tratara.
Bastaría aceptar «de derecho», positiva e inteligentemente,
el «hecho» inevitable de ese proceso de mundialización
en curso. Adelantarse al fenómeno y asumirlo. Declararnos jurídicamente
una única sociedad mundial, una única familia humana, en
una única nave espacial, la Tierra. Y comenzar a serlo de hecho.
Ello es necesario,
-por ética: la fraternidad humana nos obliga, por encima de sentimientos
patrios diferentes;
-por egoísmo: mejor vivir en una «sociedad» de naciones,
que en una jungla donde una nación con el 6% de la población
acapara el 50% de las riquezas, explotando al resto del mundo y defendiéndose
de esta mayoría del mundo a base de ejército y policía
mundial
-hasta por supervivencia: el camino actual nos lleva a la ruina.
Ante este panorama, nos preguntamos: ¿y si EEUU, adalid de la globalización
neoliberal, asumiera «la otra globalización», la globalización
de la solidaridad?
Tras el 11 de septiembre
La reacción de EEUU tras el 11 de septiembre ha sido la más
primitiva, la venganza de una guerra infinita (la ley del Talión
fue un avance en la historia, porque precisamente venía a controlar
y poner límite a la venganza; sólo se podría exigir
«ojo por ojo»); inmadura y sin salida (una espiral de violencia
y terrorismo); totalmente ilegal (contra los Derechos de los Pueblos y
de las Instituciones Internacionales); desestabilizadora de la convivencia
internacional (con olímpico desprecio de la ONU), y contradictoria
incluso con la proclamada tradición democrática estadounidense.
Lo cual está en contiuidad con la historia de EEUU:
-expansionismo territorial avasallador y de rapiña,
-expansionismo comercial: quiere acaparar el mercado mundial, ser el proveedor
del mundo.
-expansionismo político: quiere controlar los regímenes
de los demás países, supeditarlos a sus planes, cambiar
regímenes que no se sometan, imponer el american way of life
-expansionismo militar: incontables intervenciones militares de EEUU desde
su mismo origen;
-la doctrina Monroe: América para los americanos (del Norte!);
-el «Destino manifiesto»: la nación elegida, fundamentalismo
religioso, aunque parezca civil
Hace ya mucho tiempo expresó Bolívar el sentimiento latinoamericano:
«Los EEUU parecen destinados por la Providencia a plagar de males
a la América Latina en nombre de la Libertad». Hoy es más
bien en todo el planeta donde se extiende la convicción de que
el peligro real más amenazante para la paz y el bienestar mundial
es precisamente EEUU.
El EEUU actual no es sostenible
EEUU está en una relación malsana, disfuncional, con el
resto del mundo
Ha ganado sus guerras de ocupación contra
Afganistán e Irak, pero ha perdido la paz; ha conseguido una victoria
militar, pero se ha sido el gran derrotado ante el mundo: nadie duda de
que es un «forajido» internacional, ayuno de legitimidad.
Todo el mundo ha venido a saber en los últimos meses que el país
está gobernado por un «renacido» de las sectas fundamentalistas,
preso bajo las garras de los halcones de las multinacionales (la mayor
organización internacional de la explotación económica).
Nunca ha habido en el mundo un consenso tan unánime de que EEUU
ha perdido la cabeza, la compostura y la razón, quedándose
sólo con la razón de la fuerza. Nunca en toda su historia
EEUU ha tenido en su contra una opinión mundial tan amplia y tan
profunda.
EEUU está entrando en un camino insostenible:
-quiere encerrarse en una fortaleza, protegiéndose del mundo, con
los escudos antimisiles intercontinentales, la guerra de las galaxias,
las ciudades fantasma de autodefensa,
-quiere tener un ejército dispuesto a actuar en «cualquier
oscuro rincón del planeta», amenazando a todo el que no se
pliegue a sus planes imperialistas y violando la soberanía de los
demás Estados, atacando con «guerras preventivas» a
cualquiera que le pudiera hacer frente, aunque no se lo haga;
-quiere ser el policía mundial, el controlador universal, con una
CIA con «licencia universal para matar y para realizar acciones
encubiertas»;
-«unilateralismo» es el nuevo nombre del viejo «imperialismo»
Si EEUU fuera diferente...
En la perversa situación actual del mundo, el peso principal actual
(iniciativa, responsabilidad, complicidad, participación cuantitativa)
lo lleva EEUU. Pero si en el pueblo de EEUU surgiera una conciencia nueva,
una «mayoría moral» consciente del daño que
su país ha hecho al mundo en realidad esa «mayoría»
existe ya en EEUU, pero todavía como minoría-, consciente
también de sus grandes posibilidades para ayudar a la comunidad
mundial, y de su gran responsabilidad de llevar a cabo esa reforma mundial,
EEUU podría ayudar a cambiar el mundo radicalmente:
Tratando de acabar finalmente con las grandes injusticias:
-Poniendo fin a la situación actual de balance negativo para los
pobres, por la que países pobres son de hecho exportadores de capital
neto hacia los países ricos, o sea que «los pobres del mundo
acaban financiando a los ricos».
-Aboliendo la Deuda Externa: fijación de unas condiciones y de
una tasa de interés por encima de la cual no se puede prestar a
un país;
-Declarando la nulidad de muchas deudas externas injustas ya en su concepción
o en su desarrollo, y fijación de un período máximo
de extinción para todas las demás.
Estableciendo un mecanismo de reparación histórica
-respecto a las prácticas históricas clásicas lesivas
para los pueblos pobres: conquistas, invasiones, guerras, esclavitud
-respecto a las prácticas empobrecedoras de los países pobres
en la actualidad: fuga de cerebros, fuga de profesionales, fuga de capitales,
robo de conocimientos
-respecto a la secular explotación económica de los pueblos
pobres, devolviendo en forma de ayuda al desarrollo e inversión
generosa para la solución de las grandes carencias mundiales (hambre,
falta de agua, educación, salud).
Dando pasos para establecer un gobierno mundial
-Renuncia a toda pretensión de hegemonía, uinilateralismo,
imperialismo, colonialismo, privilegios, exención de los foros
jurídicos mundiales, ausencia de los acuerdos mundiales (humanitarios,
ecológicos, contra las armas
)
-Restablecimiento del orden mundial en una Nueva Sociedad de las Naciones
Unidas, verdaderamente democrática, sin vetos privilegiados, con
fuerza de coerción y exclusividad en el uso de la fuerza.
-Renovación de las instituciones mundiales desde criterios democráticos
y de cooperación, y no plutocráticos y de competitividad:
BM, FMI, OMC
-Creación de los Foros mundiales de justicia: el Tribunal Penal
Internacional y foros complementarios.
Conclusión
Que EEUU cambie, es de capital importancia para el mundo. Esta es una
de las tareas más importantes para la Humanidad ahora. Por eso,
que se concientice la población que elige al «gobierno de
facto» del mundo, ha de ser uno de los principales objetivos de
los militantes de todo el planeta. Carlos Fuentes dice que la principal
diferencia entre el César actual y el de la vieja Roma imperial
es que el actual tiene que ir a elecciones cada 4 años
Y
Comblin asegura que la gran resistencia que hará cambiar a EEUU
vendrá del interior de EEUU (xxx)
La construcción del «otro mundo posible» pasa también
por la consecución del «otro EEUU posible». La lucha
no es pues sólo en el Sur, sino también en el Norte. Necesitamos
hacer alianzas con el Sur que hay en el Norte (donde, como en todas partes,
«ni son todos los que están, ni están todos los que
son»).
La batalla es de conciencia, y no es, en última instancia, entre
EEUU y el resto del mundo, sino entre los que se dan cuenta de qué
altermundialidad necesitamos y los que se empeñan en una globalización
egoísta, homicida, suicida.
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