PLAN
PUEBLA PANAMÁ. (PPP)
¿QUÉ ES EL PPP?
El Plan Puebla Panamá (PPP) se
define como un proyecto de desarrollo sustentable e integral, creado y
propuesto por el presidente mexicano Vicente Fox. Está dirigido a los
estados del sur –sureste de México, (Campeche, Chiapas, Guerrero,
Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán) y a los
países centroamericanos (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua y Panamá)-.
Propone relanzar la cooperación
México-Centroamérica, consolidando el esquema de apertura
comercial, gestionando recursos para obras de infraestructura de interés
común, fortaleciendo y ampliando los mecanismos institucionales de
concertación de políticas.
Este proyecto inició su marcha de
manera formal en San Salvador con motivo de la Cumbre Extraordinaria sobre
“Mecanismos de Diálogo y Concertación de Tuxtla”. Su
prioridad es, según sus proponentes, “contribuir a elevar el nivel
de vida de los habitantes” de la región con carácter de
promoción y gestor de inversión generadora de empleo,
además de la modernización de la infraestructura, para facilitar
los procesos de integración.
De acuerdo a lo convenido por los
presidentes centroamericanos y el de México, en el marco de lo que
estipula el PPP, éstos se comprometieron a impulsar las llamadas
“Iniciativas Mesoamericanas”. Contiene ocho componentes, en su
orden:
Desarrollo sostenible
Desarrollo humano
Prevención y mitigación de
desastres naturales
Promoción del turismo
Facilitación de intercambio
comercial
Integración vial
Interconexión energética
Integración de los servicios de
telecomunicaciones
El PPP es
parte de la estrategia de expansión del capital que responde a la
llamada globalización neoliberal, que busca implantar un ALCA.
¿Qué implicaciones
tiene en nuestra realidad?
La concepción del PPP es
antidemocrática, los gobiernos centroamericanos aprobaron un
diseño elaborado por el gobierno mexicano como intermediario del
gobierno norteamericano para la región.
Es un proyecto geopolítico
prefabricado que busca construir en Mesoamérica un área de
servicios e infraestructura, diseñado desde la lógica de empresas
trasnacionales, grupos oligárquicos nacionales y organismos financieros
internacionales lo que da pie a la violación de la soberanía de
nuestros países y la autodeterminación de los pueblos, pues les
priva de su derecho a participar en los procesos de toma de decisiones.
El PPP retoma además proyectos
severamente cuestionados por sus riesgos ambientales y sociales, además
carecen de mecanismos efectivos de participación social.
Es un modelo económico excluyente,
ilegal e ilegítimo que viola compromisos contenidos en el Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificados por la
mayoría de los países de Mesoamérica. No considera los
derechos de los trabajadores nacionales y los migrantes y genera políticas
represivas hacia éstos.
Promueve la construcción de obras
de infraestructura como embalses en los ríos, terminales de transporte,
puentes, etc., que ocasionan consecuencias desastrosas como la
destrucción de bosques, expulsión de población indígena
y campesina de sus tierras, impacto al medio ambiente…
Este megaproyecto, al servicio de las
transnacionales, no toma en cuenta las necesidades en materia de derechos
humanos económicos, sociales y culturales de nuestros pueblos, facilita
la privatización de los servicios públicos básicos (luz,
agua potable, telefonía, seguridad social), y recursos naturales
estratégicos (agua, petróleo, bosques, biodiversidad, etc.).
Con la ejecución de este plan se
pretende la apertura de los mercados y la aceleración de los procesos de
producción de mercancías, poniendo en riesgo la seguridad
alimentaria, con la utilización de semillas de alimentos
genéticamente modificados y el uso de agroquímicos, porque la
transformación y comercialización de los productos alimenticios
están en poder de empresas millonarias que buscan lucrar con la miseria
de los pueblos.
El PPP es parte de una estrategia de expansión del Capital y de la globalización neoliberal, además de ser un importante complemento para la concreción del ALCA, que busca mantener las relaciones de dependencia y subdesarrollo, someter a nuestros pueblos a un modelo de desarrollo regional basado en las maquiladoras. Sólo nos consideran fuentes de materias primas y mano de obra barata para los países dominantes que no nos permiten despegar.